Los pacientes con diabetes tienen una probabilidad 4,2 veces mayor de desarrollar enfermedades periodontales que los pacientes sanos, siendo uno de los factores de riesgo más importantes en el desarrollo de trastornos bucodentales. Los diabéticos, aún manteniendo un buen control de la glucosa en la sangre, presentan una reducción del flujo salivar y niveles elevados de glucosa en la saliva.